1. Cinesiterapia,
terapia por el movimiento
La
cinesiterapia comprende todo un conjunto de técnicas aplicadas al paciente por parte del fisioterapeuta que contienen como elemento principal el movimiento.
Es una de las
principales opciones, dentro del amplio arsenal que constituye la terapia
física, para el tratamiento de multitud de
patologías no solo del aparato locomotor, sino también el circulatorio,
respiratorio, nervioso... etc.
El término cinesiterapia procede de las raíces griegas
"kinesis", que significa movimiento, y "therapeia", que
significa terapia.
Dentro de este amplio concepto que es la terapia por el movimiento, podemos
clasificar las diferentes opciones terapéuticas como cinesiterapia
pasiva, cinesiterapia activa o cinesiterapia
activa específica.
Cinesiterapia
Pasiva
Es aquella en
la cual el movimiento terapéutico se realiza sin
colaboración alguna por parte del paciente. Es un agente externo el que provoca
el movimiento, generalmente las manos del fisioterapeuta
Objetivos de
la cinesiterapia pasiva:
• Mantener
o aumentar los recorridos articulares.
• Reducir
el tono muscular y aumentar su trofismo, evitando contracturas y rigideces.
• Estimular
la propiocepción, manteniendo el esquema corporal
Cinesiterapia
Activa
En este caso
el movimiento lo ejecuta el propio paciente, con o sin ayuda, e incluso contra
resistencia. Esto es lo que hará que diferenciemos entre cinesiterapia activa
asistida, libre o resistida.
Se puede decir, que la cinesiterapia activa es
la base fundamental de toda la fisioterapia
Objetivos de
la cinesiterapia activa:
• Aumentar
la fuerza muscular.
• Activación
general del metabolismo.
• Puesta
en marcha de todos los sistemas corporales necesarios para la actividad física.
Cinesiterapia
Activa Específica
Son tablas de
ejercicios activos diseñadas para la recuperación de una
articulación en concreto, o de una patología determinada, que requieren un
trabajo especializado por parte del fisioterapeuta.
Entre ellas cabe
destacar las siguientes:
•
Ejercicios de Frenkel
• Ejercicios de Buerguer
• Ejercicios de Codman
• Ejercicios de Chandler
Electroterapia
en fisioterapia
La
electroterapia en un sentido amplio es el uso de la electricidad como medio
terapéutico. Es
una de las ramas de la fisioterapia más amplia y con más posibilidades, debido
a la gran variedad de tipos de corriente que podemos utilizar sobre nuestros
pacientes, lo que a su vez nos puede proporcionar un amplio rango de efectos
terapéuticos distintos que podemos aprovechar como parte de nuestros
tratamientos.
Aunque en
pocas ocasiones se utiliza como terapia única dentro de una sesión completa de
fisioterapia, rara es la patología que no puede beneficiarse en alguna medida
de los efectos que produce la electroterapia.
Hay que
reseñar que, aunque no sea la electricidad el elemento terapéutico utilizado,
se incluyen por motivos prácticos en este apartado siempre, o casi siempre, las terapias lumínicas (láser, infrarrojos, ultravioletas), la magnetoterapia y la ultrasonoterapia.
Clasificación
de las corrientes eléctricas en fisioterapia
Lo más
habitual es dividir las corrientes eléctricas en función de su frecuencia, ya
que éste es uno de los factores que más van a influir en los efectos
terapéuticos que podemos llegar a conseguir. Así las corrientes se dividen en:
Corriente Galvánica o continua: es la corriente constante, que no
varía durante todo el periodo de tratamiento. Por definición, en fisioterapia
la corriente galvánica está entre los 80 y los 100 voltios, y su intensidad no
puede superar los 200 miliamperios.
Corrientes de baja frecuencia: son aquellas con frecuencias entre 1 herzio y 1.000 herzios. Entre ellas
destacan:
Corrientes ultraexcitantes o de TrabertCorrientes diadnámicas o de Bernard
Corrientes
bifásicas o TENS.
Corrientes de media frecuencia: comprendidas entre los 1.000 herzios y los 10.000
herzios. Las más utilizadas son las corrientes interferenciales o de Nemec.
Corrientes de alta frecuencia: a partir de los 10.000 herzios. Entre ellas:
- Diatermia
- Onda corta
- Microondas
- Ondas
lumínicas como terapia física
Las ondas del
espectro lumínico o sus derivadas también son de aplicación común en
fisioterapia. Una clasificación muy sencilla podría ser la siguiente:
Infrarrojos:
son aquella parte de la luz solar que nos provoca calor, y esa va a ser su
principal indicación terapéutica, la de producir calor en el paciente. Son con
mucho una de las terapias más utilizadas, debido a su sencillez de aplicación,
lo económica que resulta una lámpara de infrarrojos y lo conveniente de su
efecto terapéutico.
Ultravioletas: comprende otra parte del espectro lumínico solar que tampoco es
visible a simple vista, pero que provoca efectos sobre el que la recibe, como
por ejemplo un enrojecimiento y pigmentación de la piel. Ya no son de uso tan
común en las salas de fisioterapia como hace unos años, pero aún pueden verse en
algunos centros.
LASER: es
el acrónimo para la expresión en inglés Light Amplification by Stimulated
Emission of Radiation o, lo que es lo mismo, es un derivado de la luz
conseguido mediante una emisión estimulada de radiación. Hay muchos tipos de
láser, algunos incluso de una gran potencia. Los utilizados en fisioterapia
suelen ser los más débiles dentro de la gama médica, pero no por ello debemos
confundirnos y pensar que sus efectos no son muy potentes sobre el paciente.
Magnetoterapia
y Ultrasonoterapia
Sus nombres
prácticamente las definen a la perfección.
La magnetoterapia es la utilización terapéutica de los campos magnéticos. Es una de las
más recientes incorporaciones al mundo de la electroterapia y sus efectos son
muy variados.
La ultrosonoterapia es el uso fisioterápico de los ultrasonidos, que son vibraciones sonoras
no audibles por el oído humano. Al contrario que en el caso anterior, forman
una de las terapias más extendidas y con mayor número de aplicaciones de la
terapia física. Provocan en el organismos efectos antiinflamatorios, entre
otros.
2. Técnicas de
hidroterapia
•
Técnicas hidrocinéticas
•
Abluciones
•
Compresas y envolturas
• Tanques
y piscinas
• Baños
3. Masaje
clásico
•
Efectos terapéuticos
•
Técnicas
•
Indicaciones y contraindicaciones
• Técnicas
especiales de masaje
•
Masaje transverso profundo o de Cyriax
•
Drenaje linfático manual
•
Masaje del tejido conjuntivo o de Dicke
• Otras
técnicas
4. Ejercicios de
Buerger
Más que
auténticos ejercicios, son una sucesión de cambios posturales indicados en
pacientes que sufren de patología circulatoria periférica.
Una primera
fase consiste en mantener la extremidad o extremidades elevadas entre 60 y 80
grados el tiempo suficiente como para conseguir una palidez
intensa de la piel ("palidez cadavérica"). A esta fase le sigue otra
de declive, hasta conseguir un enrojecimiento progresivo (e indoloro) del
miembro. Se finaliza con la extremidad en reposo descansando en la horizontal.
En completar
un ciclo completo se invierten unos cinco minutos, aunque depende del tiempo que se tarde en conseguir los
objetivos de coloración cutánea citados. Al finalizar, se obtiene un aumento
importante de la circulación sanguínea, con intensa hiperhemia reactiva.
Se recomienda
repetir varias veces al día.
Ejercicios de
Buerger modificados o
Ejercicios de
Buerger-Allen
Son una
modificación de los anteriormente citados llevada a cabo por Allen buscando
estimular aún más la circulación sanguínea al añadir contracciones musculares activas.
En la primera
fase (elevación) el paciente realiza flexo-extensiones libres de tobillo,
durante el tiempo necesario para conseguir la palidez o hasta un máximo de dos
minutos. En la fase de declive realiza circunducciones de tobillo hasta un
máximo de cinco minutos. En el último periodo (supino) se realizan una o varias
series de cinco minutos de flexoextensiones de tobillo. El fisioterapeuta
resiste la flexión plantar, dejando libre la flexión dorsal.
En completar
un ciclo completo se invierten unos cinco minutos, aunque depende del tiempo
que se tarde en conseguir los objetivos de coloración cutánea citados. Al
finalizar, se obtiene un aumento importante de la circulación sanguínea, con
intensa hiperhemia reactiva.
Contraindicaciones
• Dolor
intenso que impide su ejecución
•
Trombosis
•
Gangrena
5. Corriente Galvánica
La corriente galvánica o Continua es una corriente constante durante
todo el periodo de tratamiento.
Por
definición es de bajo voltaje, entre los 80 y los 100 voltios, y de
baja intensidad, sin llegar a superar los 200 miliamperios.
Podemos
distinguir dentro del periodo de tratamiento tres fases sucesivas:
Fase de cierre: en la que la intensidad sube
progresivamente hasta alcanzar el nivel deseado. Se produce al inicio del tratamiento.
Fase de Estado: en el que se mantiene la intensidad deseada durante el tiempo que dure
la sesión.
Fase de apertura: o de descenso de la intensidad
progresivamente hasta llegar a cero.
La corriente
galvánica se puede obtener mediante pilas o
baterías, o bien rectificando la corriente alterna de la red.
Efectos
polares:
Son aquellos
que se producen debajo de cada electrodo, debidos a la disociación de
electrolitos que se produce al paso de la corriente galvánica.
- Bajo el polo
positivo:
Se produce un
acúmulo de ácido clorhídrico (HCl), lo que puede provocar una quemadura
ácida. Estas
quemaduras son de difícil cicatrización. Se caracterizan por su color negruzco
y su sequedad. Tienen tendencia a provocar cicatrices retráctiles.
Quemadura térmica, si la intensidad sobrepasa lo apropiado, debido al calor provocado por
la resistencia de la piel al paso de la corriente eléctrica.
Liberación de
oxígeno.
Vasoconstricción
Sedación
Acúmulo de
sustancias con carga negativa bajo el electrodo.
Rechazo de
iones con carga positiva, lo que se utiliza en iontoforesis para introducir sustancias en el organismo.
Coagulación
de las proteínas.
- Bajo el polo
negativo:
Se produce un
acúmulo de hidróxido de sodio (NaOH), lo que puede provocar una quemadura alcalina. Se caracterizan por ser húmedas y
dejar poca cicatriz.
Quemadura térmica, si la intensidad sobrepasa lo apropiado, debido al calor provocado por
la resistencia de la piel al paso de la corriente eléctrica.
Liberación de
hidrógeno.
Vasodilatación
Estimulación
Acúmulo de
sustancias con carga positiva bajo el electrodo.
Rechazo de
iones con carga negativa, lo que se utiliza en iontoforesis para introducir sustancias en el organismo.
Efectos
interpolares:
Acción vasomotora: provoca hiperhemia durante una hora o
más. Aparte de esto, pasada esta fase, cualquier estímulo mecánico
puede volver a provocar hiperhemia durante un tiempo mucho más prolongado de lo
habitual. Se utiliza para disminuir los edemas por mala circulación.
Acción trófica: estimulante.
En
aplicaciones generales de todo el cuerpo (baños galvánicos) provoca un descenso de la tensión arterial y del ritmo cardíaco.
Aumenta la
temperatura de los tejidos por los que atraviesa 2 ó 3 grados. En el caso de
prótesis, este aumento puede ser mucho mayor.
Efectos sobre
el Sistema Nervioso Central:
Generalmente
provocados de manera accidental al pasar la corriente por el encéfalo o la
médula.
Vértigo voltaico: por afectación del VIII par craneal. Es habitual cuando se colocan los electrodos en las
apófisis mastoides del temporal.
Galvanonarcosis: al pasar la corriente por el encéfalo
en dirección anteroposterior. Provoca sueño, anestesia, shock o incluso
convulsiones.
Disminución de la espasticidad: al pasar la corriente por la médula de abajo a arriba (negativo en
sacro, positivo en la frente).
Aumento de la espasticidad: y convulsiones, si colocamos los electrodos al revés.
Efectos sobre
el Sistema Nervioso Periférico:
Se reduce
significativamente la atrofia muscular en aquellos músculos afectados por una
lesión de un nervio periférico (sin provocar contracción).
Reduce el
umbral de excitación de los nervios periféricos.
Indicaciones
terapéuticas
Las
indicaciones son todas aquellas patologías que se puedan beneficiar de los efectos hiperemiantes, analgésicos y antiespasmódicos
antes descritos. Sirvan de ejemplo algunas de ellas:
Neuritis
Miositis
Contracturas
musculares
Enfermedad de
Raynaud
Sabañones
(eritema Pernio)
Edemas
vasculares
Arteriopatías
periféricas
Artrosis
Artritis
Esguinces,
roturas ligamentosas...
Contraindicaciones
Hay que ser
siempre muy cuidados en la región
precordial por la posibilidad de interferir en el
funcionamiento eléctrico del corazón.
Es una
contraindicación absoluta el uso de marcapasos,ya que su ritmo puede verse alterado.
6. Mecanoterapia
Se define como la utilización terapéutica de aparatos
mecánicos destinados a provocar y dirigir movimientos corporales regulados en
su fuerza, trayectoria y amplitud.
Nació en
Suecia a principios del siglo XX, cuando se comenzaron a utilizar aparatos muy
complicados y caros que poco a poco han caído en desuso. En la actualidad éstos
son mucho más sencillos y funcionales, siendo de utilidad como terapia
accesoria en muy variadas patologías.
Sus
contraindicaciones son escasas: anquilosis, fracturas recientes, falta de
colaboración o imposibilidad para la elaboración mental del
movimiento.
Son muchos y
muy variados los aparatos de mecanoterapia. Entre ellos cabe destacar los siguientes:
Mesa de
Kanavel (mesa de manos)
Espalderas
Escalera de
dedos
Paralelas de
marcha
Aparatos de
tracción
Bicicleta
cinética
Escaleras y
rampas
Tabla de
Böhler
Disco de
Freeman
Rueda de
hombro
Banco de
Colson
Plano inclinado
Jaula de
Rocher
Poleas de
pared
Plano
inclinado
Tablero para
AVD (Actividades de la Vida Diaria)
7. Ejercicios de
Codman
Son
ejercicios diseñados para la rehabilitación de la articulación del hombro, para
combatir limitaciones de la amplitud del movimiento articular. Se caracterizan
por la absoluta relajación muscular en la que se realizan, aprovechando el peso
del brazo para, con la ayuda de la gravedad, conseguir una separación entre la
cabeza del húmero y el acromion. De este modo, se consigue ampliar el recorrido
articular, con una contracción muscular mínima, resultando una técnica
indolora.
El paciente
se sitúa de pie, con la cabeza apoyada sobre una superficie firme o sobre el
otro brazo. El tronco se flexiona ligeramente, de manera que el brazo afecto
cuelga verticalmente. Las rodillas también están ligeramente flexionadas.
8. Corrientes de
Bernard o diadinámicas
De este modo,
podemos definir las corrientes diadinámicas como corrientes combinadas (pues se aplican sobre una base galvánica), sinusoidales, de baja frecuencia, interrumpidas y moduladas.
Clasificación
de las corrientes diadinámicas
• Monofásica fija (MF): se obtiene eliminando la semionda
negativa de la corriente sinusoidal de la red (50 Hz), con lo que se mantiene
la frecuencia pero se obtiene una corriente
unidireccional.
• Difásica fija (DF): en este caso en lugar de eliminar la semionda negativa, lo que hizo el Dr.
Bernard fue hacerla positiva, resultando una corriente unidireccional de 100 Hz
de frecuencia.
• Cortos periodos (CP): se logra intercalando monofásica
fija y difásica fija en periodos de 1 seg. De esta forma añadimos una modulación de frecuencia (1 seg. de MF a 50 Hz.
seguida de 1 seg. de DF a 100 Hz.).
• Largos periodos (LP): la alternancia MF/DF se produce en
periodos de 6 seg. Además, en el periodo de difásica se produce una modulación
de intensidad, con lo que los fenómenos de habituación son mínimos.
• Ritmo sincopado (RS): son periodos de 1 seg. de monofásica
fija seguidos de un periodo de 1 seg. de pausa.
Efectos de
las corrientes de Bernard
• Monofásica fija (MF): tiene un gran efecto excitomotor. Primero el paciente nota una sensación
de cosquilleo y posteriormente, a medida que subimos la intensidad, aparecen
las contracciones musculares.
• Difásica fija (DF): Su efecto principal es la analgesia,
pero como no están moduladas hay mucha habituación. Es por este motivo que los
tiempos de tratamiento no pueden ser largos.
• Cortos periodos (CP): el efecto que predomina es el
excitomotor (por la MF), aunque tras un tiempo de aplicación también aparece la
analgesia.
• Largos periodos (LP): el efecto principal es analgésico,
más potente y duradero que con la DF. Aunque también se noten contracciones durante la fase de MF, no se usan de forma terapéutica.
• Ritmo sincopado (RS): produce fuertes contracciones
musculares de la musculatura no denervada. Además, al añadir periodos de 1 seg.
de pausa, evita la gran fatiga producida por la MF.
Indicaciones
Las
corrientes de Bernard se usan en cualquier patología susceptible de
beneficiarse de sus efectos analgésicos o dinamogénicos.
Técnica de
aplicación
El electrodo activo siempre es el cátodo (negativo), por lo que será el que
colocaremos en la zona a tratar. En positivo se colocará a corta distancia.
Para
conseguir contracciones musculares los electrodos se colocarán sobre la masa
muscular. Para efectos analgésicos se puede colocar sobre el tronco nervioso
o sobre puntos gatillo. También son posibles las aplicaciones
paravertebrales.
En áreas
grandes se suelen usar los cambios de polaridad, debido al poco tiempo que se puede mantener el tratamiento con diadinámicas (2 minutos con DF, 6 minutos con las demás).
El tiempo
total de aplicación no debe superar los 15 minutos.
9. Ejercicios de
Chandler
Son
ejercicios pendulares usados en la rehabilitación del hombro y considerados una
variación de los ejercicios de Codman, que aportan mayor comodidad y
seguridad al paciente.
En este caso,
el paciente se encuentra en decúbito prono sobre una camilla, y deja colgar su
brazo por el borde. En esta postura el manguito de los rotadores está más
relajado que con los ejercicios de Codman. Desde esta posición se realizan movimientos pendulares del hombro. Se
suelen hacer con un peso en la mano para aumentar el espacio entre el húmero y
el acromion.
El paciente
realiza el primer movimiento de forma activa, y luego se deja llevar por la
inercia. Solo se trabajarán arcos de movimiento no dolorosos.
10. Corrientes de
Träbert o ultraexcitantes
Son
corrientes desarrolladas a partir de la corriente galvánica, interrumpiendo el
paso de la corriente con una cadencia de 2/5. De este modo se obtiene una corriente rectangular con 2 ms. de
impulso y 5 ms. de pausa. La frecuencia resultante es de 142 Hz.
También se
las denomina farádicas ultraexcitantes, debido a la corta duración del impulso.
Efectos de
las corrientes de Träbert
• Analgésico: intenso.
• Dinamogénico: también intenso, de ahí su nombre. Por esto los pacientes notan
una sensación de "peso" bajo los electrodos. Se debe intentar
mantener una intensidad que no provoque contracciones fuertes, pues son mal
toleradas.
• Hiperhemiante: Bajo los electrodos, sobre todo el negativo. No se usa de manera
terapéutica.
Indicaciones
Las
corrientes de Träbert se usan principalmente por su efecto antiálgico, y más
habitualmente en la espalda que en el resto del cuerpo.
Técnica de
aplicación
Lo más
habitual es aplicar las corrientes de Träbert de modo longitudinal, sobre la
columna vertebral. Träbert define localizaciones muy precisas para su uso.
También se puede optar por una aplicación
paravertebral, con un electrodo a cada lado de la columna (el negativo sobre el
dolor o usando la inversión de polaridad).
Tras
asegurarnos de que la piel está limpia e íntegra, usaremos electrodos de tamaño grande, puesto que así
aumenta la tolerancia del paciente. Después, subiremos la intensidad lentamente
hasta alcanzar el umbral de tolerancia, reduciendo entonces unos mA. para mayor
comfort del paciente.
Se pueden alcanzar intensidades relativamente
altas, pero a partir de 30 mA. empiezan a aparecer las contracciones
musculares, que como dijimos anteriormente habrá que mantener en una intensidad
moderada. A pesar de ello, el gran fenómeno de acomodación que presentan estas
corrientes nos permitirá ir aumentando la intensidad lentamente por encima de
estos números.
La duración
del tratamiento será de 20 minutos. Generalmente se utilizará la inversión de
la polaridad pasados los primeros 10 minutos. No se pueden mantener durante
mucho más tiempo debido a la fatiga que las contracciones musculares provocan
en el músculo.
11. Vendaje
Los vendajes
son los procedimientos o ligaduras hechos con tiras de lienzo u otros
materiales con el fin de envolver una parte lesionada del cuerpo humano. Hoy
en día, la fisioterapia ha sobrepasado con creces esta definición clásica, consiguiendo aplicar vendajes en muy diversas
patologías y con muy diferentes funciones. Desde un vendaje de
drenaje linfático, hasta
un vendaje
neuromuscular, pasando
por los vendajes
funcionales, el conjunto
de indicaciones de éstas técnicas es amplísimo y, por mucho que su realización
parezca muy sencilla, desde fisioterapia
online os recomendamos que solo os pongáis en
manos de profesionales de la fisioterapia a la hora de recibir este tipo de tratamientos.
A continuación veremos:
Vendajes
funcionales
Vendaje del
muñón de amputación
Vendaje
compresivo del linfedema
Vendajes
neuromuscular
Vendajes
funcionales
Son vendajes
que se utilizan tanto de manera terapéutica como preventiva. Se basan en la inmovilización parcial de una determinada articulación, o varias de ellas, permitiendo parte
del recorrido articular. Se utilizan en lesiones ligamentosas, musculares o
tendinosas de caracter leve o moderado, para favorecer la recuperación de la
lesión.
Una de las
principales ventajas de estos vendajes es que evitan los efectos adversos de la
inmovilización total (limitación del movimiento articular, pérdida de fuerza
muscular...).
La
característica fundamental es que coloca los tejidos lesionados en posición de
acortamiento, disminuyendo su tensión, mientras permite que el resto de planos
de movimiento sigan siendo libres.
Su única
contraindicación son las lesiones graves que requieran una inmovilización total
o la alergia a alguno de los materiales que se utilizan en su realización (por
ejemplo, muchas tiras de tape contienen látex).
El material para su realización es muy amplio y
variado, aunque los más habituales son las vendas inelásticas (tape) y las
vendas elásticas, de diferentes anchuras.
Vendaje del
muñón de amputación
En el caso de
miembros amputados, el fisioterapeuta realiza vendajes con varios objetivos.
El primero de
ellos es la modelación
del muñón, para darle la
forma correcta y que se pueda adaptar de manera idónea al uso
de la prótesis. Se busca habitualmente que el muñón tenga una forma cónica,
liberándose de la inflamación y el edema postquirúrgicos. Se suele esperar a la
retirada de los puntos y a que el muñón haya cicatrizado internamente para
comenzar a realizar este tipo de vendaje.
Un segundo
objetivo es el correcto
posicionamiento del muñón,
evitando contracturas musculares viciosas que dificulten la posterior
protetización. Por ejemplo, en un amputado de muslo el vendaje debe evitar que
la cadera tienda a la flexión, para que el encaje de la prótesis pueda luego
colocarse de manera correcta.
Vendaje
compresivo del linfedema
El linfedema
es la acumulación de líquido en el espacion intersticial por causas linfáticas, como por ejemplo tras una estirpación de mama o tras radioterapia
Una de las
partes más importantes de la fisioterapia en estos casos, además del drenaje
linfático manual, es el vendaje compresivo para la evacuación de este edema. Se
realiza con vendas de algodón, habitualmente cohesivas, y trozos de espuma.
También se pueden usar medias de algodón.
Sus funciones
son evitar la acumulación de líquido, al disminuir la filtración capilar
mediante la compresión, y disminuir la fibrosis característica de estos casos.
Su principal inconveniente es que es un vendaje muy aparatoso, que puede llegar
a interferir en la actividad diaria o laboral del
paciente.
Vendaje
neuromuscular
Es un tipo de vendaje cuyo uso se ha popularizado mucho en los últimos años.
Se basa
fundamentalmente en la utilización por el fisioterapeuta de unas vendas
diferentes a las habituales. Fabricadas en algodón, están pretensadas (un 10%
aprox.) y adheridas a un papel protector. Tras la retirada de este papel, se pueden estirar aún un 40-60%
más en sentido longitudinal, siendo inelásticas en sentido transversal.
La superficie
de apoyo sobre la piel no es simétrica ni longitudinal, sino que presenta
ondulaciones en forma de S, lo que contribuye a "levantar" la piel, consiguiendo un
aumento de espacio y por lo tanto un mayor flujo sanguíneo a la zona.
Es
perfectamente compatible con los vendajes anteriores.
12. Corrientes
interferenciales o de Nemec
Las
corrientes interferenciales son sistemas formados por 2 corrientes de media
frecuencia que
se entrecruzan en el interior del organismo, originando en su interior una
corriente modulada de entre 0 y 100 Hz de frecuencia.
D'Arsonval experimentó con las corrientes de
media frecuencia, descubriendo que la mejor tolerancia cutánea se consigue alrededor de los 4000 Hz de
frecuencia. A partir de este descubrimiento, Nemec consiguió los efectos de la baja frecuencia en el interior del
organismo montando un sistema de dos corrientes con frecuencias de 4000 y 4100 Hz, que al interferir entre ellas
lograban la acción de una corriente de 100 Hz en el interior del cuerpo. De
este modo se consigue un efecto en profundidad muy importante, sin provocar
molestias cutáneas.
Otra ventaja
de estas corrientes es que no tienen nigún componente galvánico, por lo que se pueden utilizar con material de osteosíntesis y no hay riesgo de
quemaduras cutáneas.
Efectos de
las corrientes interferenciales
• Analgesia.
• Sedación.
• Estímulo de la microcirculación.
Indicaciones
Los mejores
efectos se consiguen en las algias de orígen muscular, donde se combinan los
efectos analgésicos y la acción de amasamiento muscular.
Están
contraindicadas en pacientes con marcapasos.
Técnica de
aplicación
- Bipolar:
la interferencia se produce en el interior del aparato de electroterapia, por
lo que ya está modulada cuando penetra por la
piel. Es el método más fácil de aplicación.
- Tetrapolar:
se usan dos corrientes de media frecuencia que interieren en el interior del
organismo. La localización de los electrodos es fundamental, siendo máxima la
interferencia cuando los electrodos son perpendiculares. Con este método la
tolerancia cutánea es mejor, y se pueden tratar zonas más amplias.
La intensidad
se mide por la sensación del paciente. Generalmente se utiliza un nivel de
sensación fuerte para procesos agudos y sensación normal para casos crónicos. La duración de
la sesión es de 15-20 minutos.
13. Ultrasonidos
Los ultrasonidos son ondas sonoras cuya frecuencia es superior a los 20.000 Hz. Por lo
tanto no son audibles, pero como vibraciones mecánicas que son,
provocan compresiones y dilataciones periódicas en la materia, propagándose a
través de ella.
La ultrasonoterapia es la utilización terapéutica de estas vibraciones sonoras.
También los
ultrasonidos pueden utilizarse como método
diagnóstico, en ecografías.
Otra opción
es la ultrasonoforesis , que es la introducción de sustancias farmacológicas en el organismo
mediante ultrasonidos. Los fármacos son introducidos a través de la piel
gracias a la acción mecánica del ultrasonido.
Efectos de la
corriente galvánica
Efectos polares: son aquellos que se producen debajo de cada electrodo, debidos a la disociación de
electrolitos que se produce al paso de la corriente galvánica.
- Bajo el polo positivo:
Se produce un
acúmulo de ácido clorhídrico (HCl), lo que puede provocar unaquemadura
ácida. Estas
quemaduras son de difícil cicatrización. Se caracterizan por su color negruzco
y su sequedad. Tienen tendencia a provocar cicatrices
retráctiles.
Quemadura térmica, si la intensidad sobrepasa lo apropiado, debido al calor provocado por
la resistencia de la piel al paso de la corriente eléctrica.
Liberación de
oxígeno.
Vasoconstricción
Sedación
Acúmulo de
sustancias con carga negativa bajo el electrodo.
Rechazo de
iones con carga positiva, lo que se utiliza en iontoforesis para introducir sustancias en el organismo.
Coagulación
de las proteínas.
- Bajo el polo negativo:
Se produce un
acúmulo de hidróxido de sodio (NaOH), lo que puede provocar una quemadura alcalina. Se caracterizan por ser húmedas y dejar poca cicatriz.
Quemadura térmica, si la intensidad sobrepasa lo apropiado, debido al calor provocado por
la resistencia de la piel al paso de la corriente eléctrica.
Liberación de
hidrógeno.
Vasodilatación
Estimulación
Acúmulo de
sustancias con carga positiva bajo el electrodo.
Rechazo de
iones con carga negativa, lo que se utiliza en iontoforesis para introducir sustancias en el organismo.
Efectos interpolares:
Acción vasomotora: provoca hiperhemia durante una hora o
más. Aparte de esto, pasada esta fase,
cualquier estímulo mecánico puede volver a provocar hiperhemia durante un
tiempo mucho más prolongado de lo habitual. Se utiliza para disminuir los
edemas por mala circulación.
Acción trófica: estimulante.
En
aplicacionen generales de todo el cuerpo (baños galvánicos) provoca un descenso de la tensión arterial y del ritmo cardíaco.
Aumenta la
temperatura de los tejidos por los que atraviesa 2 ó 3 grados. En el caso de
prótesis, este aumento puede ser mucho mayor.
Efectos sobre el Sistema Nervioso Central: generalmente provocados de manera accidental al pasar la corriente por
el encéfalo o la médula.
Vértigo voltaico: por afectación del VIII par craneal. Es habitual cuando se colocan los electrodos en las
apófisis mastoides del temporal.
Galvanonarcosis: al pasar la corriente por el encéfalo
en dirección anteroposterior. Provoca sueño, anestesia, shock o incluso
convulsiones.
Disminución de la espasticidad: al pasar la corriente por la médula de abajo a arriba (negativo en
sacro, positivo en la frente).
Aumento de la espasticidad: y convulsiones, si colocamos los electrodos al revés.
Efectos sobre el Sistema Nervioso Periférico:
Se reduce
significativamente la atrofia muscular en aquellos músculos afectados por una
lesión de un nervio periférico (sin provocar contracción).
Reduce el
umbral de excitación de los nervios periféricos.
Indicaciones
Las
indicaciones son todas aquellas patologías que se puedan beneficiar de los efectos hiperemiantes,
analgésicos y antiespasmódicos antes descritos. Sirvan de ejemplo algunas de
ellas:
Neuritis
Miositis
Contracturas
musculares
Enfermedad de
Raynaud
Sabañones
(eritema Pernio)
Edemas
vasculares
Arteriopatías
periféricas
Artrosis
Artritis
Esguinces,
roturas ligamentosas...
Contraindicaciones
Hay que ser
siempre muy cuidados en la región
precordial por la posibilidad de interferir en el
funcionamiento eléctrico del corazón.
Es una
contraindicación absoluta el uso de marcapasos,ya que su ritmo puede verse alterado.
14. Onda Corta
Es el uso con
fines terapéuticos de corrientes de alta frecuencia 10 y 300 megaciclos, con una longitud de onda comprendida entre los 30
metros y 1 metro. En fisioterapia se usan longitudes de onda comprendidas entre
los 6 y los 12 metros (Consenso de El Cairo).
Son ondas entretenidas, es decir, sin interrupción, sin
pausas y todas de igual amplitud.
Mecanismo de
producción
Se fundamenta
en la Lámpara
Trioda, que
consta de tres elementos: un filamento de Tungsteno, una rejilla de Molibdeno y
una placa también de Molibdeno. Cada elemento necesita de un circuito para que entre los tres creen la onda corta, que irá a uno o dos
electrodos para su aplicación.
La Onda Corta atraviesa todas las sustancias, sean o no conductoras de la
electricidad, de tres maneras:
• Por conducción: a calor.
• Por desplazamiento: de las cargas eléctricas, por lo que
atraviesa los cuerpos no conductores.
• Por inducción: a calor.
Efectos
fisiológicos de la onda corta
• Sobre la piel: calor homogéneo, sin provocar
quemaduras.
• Sobre el hueso: lo atraviesa por desplazamiento y lo
calienta por conducción.
• Sobre las bacterias: aumenta la producción de anticuerpos
de lucha contra las bacterias.
• Sobre el sistema circulatorio: hiperemia, bradicardia, hipotensión.
• Sobre la sangre: aumenta la velocidad de coagulación.
• Sobre el sistema muscular:analgesia, disminución del espasmo y
las contracturas, antiinflamatorio.
• Sobre las articulaciones: importante efecto analgésico y
antiinflamatorio.
Indicaciones
de la onda corta
Se aprovechan
sus efectos analgésico, hiperemiante y espasmolítico.
• Inflamaciones purulentas: forúnculos, ántrax, abscesos...
• Otras inflamaciones: otitis, sinusitis, osteomielitis del
maxilar, panadizos...
• Aparato digestivo: gastritis, úlceras callosas,
colecistitis, colitis, hemorroides, fisuras de ano...
• Aparato respiratorio:: traqueítis, bronquitis, neumonías,
asma bronquial...
• Aparato urogenital:: orquitis, anexitis, nefritis,
cistitis, pielitis...
• Sistema nervioso periférico: neuralgia del trigémino, ciática,
neuritis intercostal...
• Sistema nervioso central: meningitis, migrañas, poliomielitis,
tabes dorsal...
• Aparato circulatorio: espasmos vasculares, claudicación
intermitente...
• Reumatología: artritis reumatoide, artrosis,
poliartritis...
• Aparato locomotor: esguinces, contusiones,
intervenciones quirúrgicas (ligamentosas, meniscales...), tendinitis, derrames,
fracturas consolidadas...
Contraindicaciones
de la onda corta
• Tumores malignos: favorece la metástasis.
• Tuberculosis activa
• Hemorragias: o tendencia a ellas.
• Enfermedades vasculares agudas
• Embarazo
• Áreas anestesiadas
• Metales intraorgánicos: prótesis, osteosíntesis... que pueden calentarse.
Técnica de
aplicación
Se pueden emplear electrodos rígidos (placas cubiertas de vidrio) o maleables
(placas de goma, solenoide...)
El
tratamiento se puede hacer en:
Campo condensador: con electrodos rígidos, con la piel seca y en buen estado. Los electrodos no deben tocar la piel.
Campo de inducción: con electrodos maleables de diversas maneras. Mediante placas o
electrods de inducción.
La
dosificación es individual y diferente en cada persona:
Dosis I:
sensación subjetiva de calor
Dosis II:
calor notable
Dosis III:
calor al límite de lo soportable
El tiempo de
la sesión suele ser de entre 10 y 20 minutos, y el número de sesiones varía
entre 10 y 15.
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